SENDERO DE LOS ROBLONES
Con salida y llegada en el pueblo de Mozos, el Sendero de los Roblones, recorre a través de cañadas y bosque, un amplio espacio natural del término vecinal, adentrándose y recorriendo el monte de la cota de Mozos enclavado dentro del espacio natural LIC Rebollares del Cea.
1.- Fuente de Valdezalces y Quejigos Monumentales
Humedal y campera que tradicionalmente ha sido lugar muy visitado, porque estaban las adoberas donde fabricaban los vecinos el adobe para hacer o restaurar sus casas, donde se recogían céspedes para rematar tejados y tapias, donde saciaban la sed los ganados que en gran número existían en Mozos y que todos los días pastaban y sesteaban a la sombra de quejigos tal vez milenarios.

2.- Las Encinas y Cárcavas de Tomorisco
Avanzando por el sendero y en la zona meridional, podemos ver un interesante grupo de encinas, que dentro del parque ponen el colorido especial que contrasta con el color ocre de las cárcavas.
Las cárcavas, forman una estructura interesante y extraña modelada a lo largo del tiempo por la erosión del agua, son parte del paisaje, y constituyen un monumento natural merecedor de una parada obligada. Sin duda un buen lugar para hacer fotografías.

3.- La Campera el Caño
El recorrido del Sendero, está impregnado de huellas que nos cuentan algo de la vida y la cultura de nuestros antepasados, su relación intrínseca con el monte, los inviernos duros, los corrales de ganado y el pastoreo, las historias del lobo, las facenderas, el reparto de las suertes de leña...
Casi en el centro de la campera se encuentra un espectacular roblón que podemos admirar, desde aquí, podemos subir al mirador, o seguir el camino por la parte de atrás de Tomorisco, o simplemente podemos sentarnos y pensar, interrumpidos solamente por el canto de los pájaros.

4.- Mirador de Tomorisco
El Tomorisco, es un símbolo y una referencia para toda la comarca, se llama así al que en la documentación antigua se nombraba Autero Maurisco. Históricamente, ha sido un lugar de referencia geográfica para describir y situar otros lugares. Afirma María Fátima Carrera de la Red que “pudo ser un fuerte desde el cual pretenderían los Reyes de León, defender la margen izquierda del Río Cea”.
Desde el Mirador, se divisa la comarca y los pueblos de las Riberas del Cea y del Valderaduey, también el Castillo de Cea.

5. La gallina de los huevos de oro
Famosa leyenda originada en Tomorisco, que desde tiempo inmemorial, se ha transmitido de generación en generación y ha llegado hasta nuestros días. En el cerro de Tomorisco dentro de una misteriosa cueva, existe una gallina que tiene los huevos de oro, esperando pacientemente a lo largo de siglos...

6.- Chozo del Vaquero
Saliendo del Mirador y bajando hacia Valdebarrera, podemos visitar el Chozo del Vaquero, recientemente reconstruido. En el chozo, habitaba el vaquero que cuidaba la vacada de Mozos, desde el inicio de la primavera hasta la caída de las hojas del roble pasado el otoño, enfrente del chozo, se situaba el bardal donde se recogían las vacas para pasar la noche.

7.- Camperallana, La Valleja Honda, Los Crespos...
El Monte de Mozos permanece en la memoria de todos y la resonancia de los nombres que denominan los diferentes parajes del bosque, también nos son familiares y cuando nombramos esos lugares recordamos también lo que nos ha sucedido o lo que hemos vivido en ellos, o nos resuenan los ecos de lo que nos han contado, siempre hay algo que contar, siempre hay algo que recordar...

8.- La Cañada del Roblón
Las cañadas siempre han estado ligadas a la ganadería, son patrimonio público y de gran relevancia medioambiental. La Cañada del Roblón, está unida al monte y conecta con el alto de Tomorisco, conserva magníficos ejemplares de Quercus faginea, cuya contemplación y estudio merece mucho la pena.

9.- Majada de la Cota, Corral de Ganado, Cárcavas de Torriyuelo...
Es posible que cuando lleguemos al lugar y divisemos el corral, el sol nos deslumbre, porque habrá llegado el atardecer y el sol empieza a caer en el ocaso... Existían muchos corrales en la majada, éste es el único que sigue en pie, por eso merece una visita.

Las cárcavas de Torriyuelo al sur, y en el lado oeste, la ladera de la majada invita al paseo y a la contemplación de estupendos ejemplares de roble, en la quietud de la tarde, se oye el canto de las alondras, suspendidas en el aire, y a lo lejos, se escucha el tintineo que emiten las esquilas y cencerras de las ovejas y la voz de mando del pastor que las cuida...

10.- Robles centenarios, los Roblones del Sendero
En todo el recorrido, interesantes ejemplares de robles centenarios, dan nombre al sendero y justifican el paseo; llamarán nuestra atención, y seguro nos llevarán al pasado, tal vez pensemos entonces en lo que fuimos y en lo que somos y en que la naturaleza siempre nos guarda una sorpresa agradable y merece nuestro apoyo y protección.

GUÍA DEL SENDERO DE LOS ROBLONES
Iniciamos la ruta a la salida de Mozos en dirección a Velilla de Valderaduey, en el Caño del pueblo, donde está el panel informativo inicial del Sendero con algunas indicaciones de utilidad para hacer la ruta. Empezamos a caminar por el camino de Velilla hasta llegar a la Cañada de Valdezalces-El Cesto que cogemos a la izquierda en dirección a Valdezalces; una vez cruzado el Arroyo de Mesteruelo, seguimos a la derecha por la cañada hasta llegar a la Fuente al lado del primer Roblón de nuestro paseo, “Quejigonte”, un Quercus faginea de 4,380 m. de Pn.
En este primer espacio del Sendero, dispersos en la amplitud de la campera, se encuentran también los roblones “Linderón”, “Sesteadero” y “Rajadito”. Seguimos por la campera dejando a “Sesteadero”, un magnífico ejemplar de quejigo, a nuestra derecha, cruzamos nuevamente el Arroyo de Mesteruelo y seguimos por el altozano hasta llegar a uno de los caminos que conducen al monte y que termina cuando se encuentra con el Camino histórico de El Cristo del Amparo; hemos dejado a la izquierda algunas tierras de labor y en ese trayecto hemos podido contemplar las “Cárcavas de Tomorisco”, debajo del Mirador y en la falda meridional del cerro, espectaculares en todo momento pero de especial interés en algunas horas del día, al amanecer, atardecer o a la puesta de sol.
Seguimos por el sendero marcado e iniciamos una ligera bajada para introducirnos en el monte y llegar a la Campera El Caño, donde hacemos parada para visitar a “Campero”, otro de los roblones centenarios del Sendero; desde aquí, podemos subir trepando por la ladera este, al Mirador de Tomorisco para disfrutar de magníficas vistas de las Riberas del Valderaduey y del Cea y de los pueblos que como Mozos se asientan en las dos Riberas hasta el Castillo de Cea o Peñacorada, o podemos seguir de frente ascendiendo para enlazar con el camino histórico de El Cristo del Amparo* y entrar en el Mirador cuando lleguemos arriba, por el paseo circular trazado en el Sendero.
Así pues, si continuamos nuestra ruta por el Camino del Cristo, llegaremos después de una subida con abundante vegetación a un lado y otro del sendero, al Alto de las Canalizas por la parte de atrás de Tomorisco, pasamos dejando a la derecha uno de los Arcas que separa los términos vecinales de Mozos y Velilla, y seguimos levemente a la izquierda para continuar por el sendero señalizado.
Después de recorridos unos metros, tenemos la posibilidad de adentrarnos en Tomorisco para caminar por un paseo circular que nos llevará hasta el Mirador, o girar a la derecha e iniciar la bajada que nos llevará directos a la Mata del Vaquero donde podremos ver el Chozo del Vaquero y el Redil reconstruidos, al lado se conserva un magnífico ejemplar de Roblón llamado “Vaquerizo” y antes de llegar al chozo, en el inicio del valle habremos visto otro magnífico ejemplar de roble autóctono de nombre “Candelabro”.
Una vez superado el Chozo del Vaquero cruzamos el camino de los Crespos adentrándonos nuevamente en el Sendero hasta llegar a la Valleja Honda, donde al empezar a ascender por la ladera, se encuentra el monumental quejigo “Cresporito”; lo dejamos a nuestra derecha para enlazar otra vez con el camino de los Crespos y continuar por él hasta la vaguada de Valdemar, allí, a la derecha del camino nos recibe el roblón “Caminante”, y en la ladera de la izquierda nos vigila “Pasantero”, al que obligatoriamente nos acercamos para admirar su porte centenario. Continuamos subiendo para llegar a Camperallana y coger desde aquí, una o las dos posibilidades con las que contamos.
Si continuamos por el camino, muy pronto llegaremos a la falda oeste de Tomorisco, desde allí las vistas de la Ribera del Cea son inmejorables. A media subida al alto de Tomorisco, podemos descansar a la sombra de “Pieronte”, otro ejemplar centenario, que también es conocido como el “Roble de Pedro”, es "el Árbol de los Abrazos", desde allí se ven también los cuatro quejigos de la Cañada del Roblón, “Bellotero”, “La Roca”, “Roblerone” y “Mocense”, están al lado del camino que hemos traído para llegar hasta aquí y que nos conduciría a Mozos pasando antes por la Fuente de Mesteruelo.
Si por el contrario, desde Camperallana decidimos continuar por el sendero trazado, iniciaremos a la derecha la bajada hacia Valdemar, una vez superado el valle rodeados de intensa vegetación, iniciaremos la subida hacia la Cota de Mozos, a la izquierda nos contempla aburrido el Roblón “Verrugas” y una vez arriba, divisamos de frente el corral de ganado del “Tío Eusebio”; merece la pena la visita al corral y a los alrededores de la majada, visitaremos también las cárcavas de Torriyuelo, desde el alto, podemos contemplar también el variado paisaje ribereño... en medio de las cárcavas campea el apacible y sereno quejigo “Carcabitante”.
Seguimos por el sendero trazado a la orilla del monte bordeando los pinares entre abundante vegetación de Roble, con estupendos ejemplares de la especie de diferentes generaciones y variadas formas a un lado y otro del camino, antes de llegar a la campera, nos encontraremos con “Boquerón” otro importante ejemplar de Quercus pyrenaica al lado izquierdo del sendero.
Llegamos a la campera, donde todavía se puede ver algún resto del Corral de Ganado de Epifanio, y muy cerca, otros tres estupendos roblones a la derecha del sendero que conocemos con los nombres de “Corralero” solitario en medio de la Campera, y un poco más adelante, “Montanero” y “Lechucero” a la orilla del monte. Pasamos la campera del Corral de Epifanio, seguimos por el Sendero, salimos del monte y bajamos por la cañada para dirigirnos a Mozos; atrás hemos dejado a “Vetusto”, otro Roblón solitario que resiste valiente, aunque muchos de sus compañeros alrededor, por diferentes circunstancias hayan muerto; a la altura del Campo Frío enlazamos con el Camino de Valdavida, lo cogemos a la izquierda, pasamos el campo de Fútbol, cruzamos el arroyo de Los Melgares, justo a la derecha, al lado del arroyo, podemos ver un viejo roble herido que permanece y resiste el paso del tiempo...
Seguimos por el camino de Valdavida hacia Mozos, pasamos la nave de Tinín, el arroyo de Mesteruelo, subimos hacia las Eras y enseguida llegamos a Mozos, final del Sendero, descansamos ya en el Parque de la Laguna de las Eras.
* Ermita del Santo Cristo del Amparo
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En Guardo (Palencia), bajo la advocación de la Virgen del Carmen y el Santo Cristo del Amparo, levantada sobre los cimientos de un templo más antiguo relacionado con los primeros pasos del Honrado Concejo de la Mesta de los Pastores de León y Castilla y más tarde, con las peregrinaciones a Santo Domingo de Liébana y a Santiago de Compostela cuando servía de hospedería para los peregrinos. En la explanada de la Ermita, coincidiendo con las fiestas religiosas del Carmen y el Cristo en Septiembre, se reúnen gentes de toda la comarca. Antes, con ocasión de las ferias de ganado que se celebraban también en esos días festivos, acudían de muchos lugares próximos... Existen varios caminos con este nombre por los que las gentes transitaban sobre todo para ir a la Ermita en los días señalados, que partiendo de diferentes lugares de la geografía cercana, llegan hasta la Ermita del Santo Cristo del Amparo.
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Fuentes: guardovirtual.blogspot.com - guardo.org/ermita-del-cristo-del-amparo













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